El jefe de sicarios del Cartel de Medellín, John Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye” confirmó lo dicho por la llamada Comisión de la Verdad de que su jefe Pablo Escobar financió y aportó las armas para la “toma” del Palacio de Justicia por el M-19 hace 24 años.

Desde la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, donde está confinado, alias “Popeye” señaló que concretamente el capo de capos aportó 2 millones de dólares para realizar el asalto, con el objeto de presionar la abolición de la extradición o en su defecto, quemar los archivos de los procesos contra los jefes del narcotráfico en lista para ser entregados a la justicia norteamericana.

El jefe de sicarios del Cartel de Medellín dijo que el siniestro plan de asaltar el Palacio de Justicia fue organizado por los cabecillas del M-19 Iván Ospina y Carlos Fayad con Pablo Escobar y sus pormenores se finiticaron en Panamá y Nicaragua.

También advirtió que los 2 millones de dólares que aportó “el patrón los recibió Iván Ospina, pocos días antes de morir.

Muy poco difiere lo dicho por alias “Popeye” con las conclusiones de la Comisión de la Verdad, que entregó su informe en un acto especial en la Universidad Jorge Tadeo, en el centro de Bogotá.

El informe señala que se conocieron contactos realizados en días previos a la “toma” entre el entonces jefe del Cartel de Medellín y los dirigentes del movimiento guerrillero 19 de abril, tras advertir que se conocía de la amistad entre Pablo Escobar e Iván Marino Ospina, Comandante del M-19.

Agrega que la Fuerza Pública sí tenía el conocimiento previo de la toma, pues dos días antes, el Ejército recibió un anónimo y el día en que se produjo se retiró la vigilancia del edificio.

En el informe se insiste también en que numerosas personas salieron vivas del Palacio de Justicia y desaparecieron después de ser detenidas por el Ejército Nacional.

Igualmente reitera la responsabilidad del gobierno de entonces, en cabeza del presidente Belisario Betancur en el holocausto, por omisión, pues permitió que los militares manejaran la situación.

“Se limitó a ordenar que se recuperara el Palacio y que se preservara la vida de los magistrados y de todos los que se encontraban adentro pero no se puso al frente de la situación y verificar que esa orden se cumpliera”, señala.

Tambien subraya que hubo excesos de la fuerza pública en la “retoma” y que militares y policías actuaron sin ningún interés de preservar la vida de los rehenes que allí se encontraban, sino con el objetivo de arrasar con el M-19.

Advierte que el Elército desbordó sus facultades y desobedeció las órdenes del presidente de suspender un operativo con helicópteros.
Obviamente también culpa al M-19 , pues subraya que “hizo una toma a sangre y fuego sin reparar en los derechos de nadie y matando inocentes”.

Las únicas novedades del documento de la Comisión de la Verdad tienen que ver con unas recomendaciones que se hacen al gobierno y a la fuerza pública para que no se vuelva a repetir un hecho como el del Palacio de Justicia..

Entre otras cosas aconseja revisar los procedimientos de la fuerza pública para que en lo sucesivo se imponga la preservación de la vida y el respeto a los derechos humanos, asi como la depuración del sistema judicial para evitar que crímenes como estos queden en la impunidad.